lunes, 18 de mayo de 2009

El dedito en el culo

Como no tenía bastante con mi estreñimiento, mi alcoholismo y mi esguince cerebral, ahora me toca aguantar a los cancerberos que cosen con sus palabras los retazos absurdos de esta web. Estos gendarmes del periodismo, polizones del quiero y no puedo literario, rascan el techo con sus barbillas mientras esperan que un pullizer caiga del cielo. A ver si Dios se toma en serio su trabajo y les lanza una cagada de paloma con gripe aviar. Como de sus profesiones con nómina ya no tienen mucho que rascar, ni muchas pollas que chupar, ni muchos despachos que despachar, acaban de subirse al tren del fútbol, deporte para subnormales, para hacer algo provechoso con sus vidas. Justo lo que menos necesita la red de redes: otra caterva de inútiles que escriben de goles como si desgranaran los recuerdos de Machado en su patio de Sevilla. Iros todos a tomar por el culo.

Y así pasan sus días, en un eterno cónclave de sabios que no saben nada. Desayunando fútbol, comiendo fútbol, merendando fútbol, bebiendo fútbol, cagando fútbol. A hurtadillas... y con seudónimo. Y en este bucle absurdo de nombres que no son, esta web que se pasea por la esfera digital sin pena ni gloria ha dado lugar a frases memorables. Como la de Álvaro de Campos en su entrada Poetas en el estadio. Cito textualmente: "El otro día escuchaba a John Wyatt y a Rocheteau mientras discutían un tema propuesto por Halftown". Si alguien cree que esto es normal, que me busque, que me encuentre y que me lo diga a la cara. Y hasta podemos discutirlo sobre el ring, que desde que me he apuntado a boxeo (lo juro por la Virgen del Camino Seco) estoy intratable.

¿No existen unidades policiales que husmean la pornografía infantil en la red? Pues podrían incluir en sus rastreos estas crónicas de la estupidez. Como la progresía vende, estos señores quieren patentar el fútbol para eruditos. Y nos bombardan con negritos mutilados sobre polaroids, con poesías a lomos de las gradas, con misioneros culés en Tierra Santa... Por Dios. Si las secciones de Nacional, en un pequeño soplo de cordura, han cerrado sus puertas a vuestra pluma vomitiva, no queráis joder la vida al prójimo con el análisis político a ras de portería. El fútbol es sangre, sudor y lágrimas; dejad a los sirios, los palestinos, los zapateros y los rajoys en paz.

Como se creen los reyes del mambo, se pasean por los cuatro puntos cardinales como si hubiesen descubierto la puta polvora. Y se atreven a darme -a mí, al todopoderoso Martín Lobo, al único que recibe comentarios del plantel estelar de fútbolnoesfutbol.com-, consejos de temática y estilo. Ellos, que van de dj´s, que se planchan las camisas, se peinan de gomina, votan a Dios sabe quién y hasta tienen el cuajo de nacer en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme.

Yo, que tengo que levantar el país con mi trabajo, la semana pasada no tuve tiempo para actualizar mi Rainbow Fútbol Club. Como Madrid amaneció chulapo el último viernes -fiesta de San Isidro, todo toros y todo chotis-, pensé en aparcar mi talento para otro día y dedicar mis 13 horas de jornada laboral a asuntos de mayor enjundia que el puto balompié. Y esta mañana, en plena reunión con mis subalternos para organizar una serie de reportajes sobre menús saludables contra la crisis -soy periodista, ¿algún problema?-, uno de estos aspirantes a Raúl del Pozo ha entrado en la sala de juntas, me ha mirado con gesto matador, y ha apuntado su índice hacia el suelo. Sí, hacia el suelo, como los emperadores romanos cuando jugaban a ser dioses a orillas de sus circos de sangre y gladiadores. El dedo, Agatha Cristie, te lo metes por el culo. Que es hora de que tengas un orgasmo de una puta vez.

10 comentarios:

  1. Ole, ole y ole! No tengo más que decir!

    ResponderEliminar
  2. Uhhhh....jajajaja que bueno...Creo que más de uno te va a querer meter a ti el dedo por el mismo lado!!

    ResponderEliminar
  3. Jajajajaja, qué sobrao

    PD: Como todos sabemos, las puertas de Nacional siempre estuvieron abiertas para Martín Lobo, que siempre dio muchas noticias (propias todas; un sabueso de las fuentes). No sabe ni qué es un Real Decreto-Ley pero, eso sí, tiene una pluma muy desarrollada. Olé

    ResponderEliminar
  4. Y tú aprende a conjugar los imperativos, melón

    ResponderEliminar
  5. Y pólvora es con tilde. Será el exceso de sexo...

    ResponderEliminar
  6. Pues si que va mal la cosa. Esto va durar mucho?? a ver si se te pasa o dejas de golpearte la cabeza en el boxeo. Si solo va a ser un espacio para gritar al menos danos lo que queremos, detalles, nombres, saca trapos sucios en condiciones.. con pelos, señales, venas, eyaculaciones.... Martin se me esta bajando, haz algo cuanto antes.

    Caperucita y el Lobo

    ResponderEliminar
  7. Detalles? Nombres? Trapos sucios? Creo que es suficiente con lo que dice Martín Lobo para saber de quién está hablando en cada momento... Y coincido con él en que hay cosas que no son normales... "El otro día escuchaba a John Wyatt y a Rocheteau mientras discutían un tema propuesto por Halftown". Pero qué es eso???!!! Puede que Martín Lobo no sepa lo que es un Real Decreto-Ley, como apuntan en un comentario, pero no finge saberlo. Porque eso es lo que hay por estos lares, mucho fingimiento, mucha hipocresía, mucha apariencia y poco fondo señores, poquísimo.

    A ti Martín Lobo, sólo dos cosas. Tienes talento pero desperdicias el tiempo gritándolo a los cuatro vientos y eso te hace perder credibilidad. Con los hechos basta. Y dos, siempre insistes con lo de La Mancha ("hasta tienen el cuajo de nacer en un lugar de la mancha de cuyo nombre no quiero acordarme"). No metas en el mismo saco a todo el mundo, sólo porque te cruzaste con un impresentable de un lugar que mejor no mencionar y, casualidades de esta vida, el que te ha apuntado con el dedo hacia el suelo (supongo) es exactamente del mismo punto geográfico... Afortunadamente, hay gente en esa zona con mucha más clase.

    ResponderEliminar
  8. Madre mía, a ver lo que dura el Lobo en esta casa de caperucitas... Que te las comes a todas, chico, y eso, a las nenas no les gusta nada de nada.
    Nacional, ay, si os contara, que cierren bien las puertas que allí, sin quererlo, los asalariados cogen hasta la sífilis en la boca...

    ResponderEliminar
  9. Uff menuda diferencia con las otras entradas jajaja esto ya empieza a ponerse interesante.

    muxus

    ResponderEliminar